(Iglesia de Viernoles y Casona de los Sanchez Bustamante, foto Jignpe, 2015 mayo)
Los redactores de la Ley hicieron su trabajo, pero ¿y los que tienen que mirar por su cumplimiento y velar por los bienes que integran ese patrimonio, están por ahí?
Supongo que si e incluso que alguien les haya comunicado el estado de esos inmuebles que forman parte del Patrimonio Histórico de Cantabria y que en este caso está en el municipio de Torrelavega, en el pueblo de Viernoles que mantiene su Junta Vecinal y que es uno de los pueblos de nuestra región que puede presumir de estas casonas, construidas en piedra de sillería, bien trabajadas en sus fachadas, que se componen del esquema típico de dos plantas, la inferior con arcadas de medio punto y la superior con una larga balconada de muro a muro.
Concretamente me refiero a la más visible por su situación en el centro del pueblo, enfrente de la Iglesia y de la sede de la Junta Vecinal, a la que nunca he oído reclamar la restauración de la Casona de Sanchez Bustamante.
Creo que esa sería una de las funciones de la Junta Vecinal, espero que tomen cartas en el asunto antes de producirse un deterioro sea irreparable y lleva camino de ello.
(Escalinata lateral, Jignape mayo2015 y Sección fachada principal, destacando su impresionante escudo, P Cantero 2005)
Esta casona está considerada como de "extraordinario interés", siendo una de las más relevantes del pueblo y esta incluida en el Inventario General de Patrimonio Cultural. Se trata de uno de los ejemplos más monumentales de casonas, edificada en un estilo barroco ya plenamente asentado hacia los años 1740-50
(Imagen de Pedro Cantero para el libro Esto es Torrelavega, 2005)
Viérnoles pertenece a Torrelavega y es la población más alejada de la capital del municipio, la única que tiene constituida una entidad local menor, dirigida por la Junta Vecinal.
El pueblo está dividido en varios barrios, que ya existían en el siglo XVIII y el documento más antiguo que cita a Viérnoles data del siglo IX, que menciona el lugar como “Vermulas” y como uno de los territorios del Monasterio de Santa María de Yermo. Posteriormente pasó a poder señorial, apareciendo entre los bienes de la casa de la Vega, siendo uno de los lugares en los que Garci Lasso de la Vega I El Viejo tenía propiedades.
En el siglo XVI era en población mayor que la Vega y la más rica de las que actualmente forman el municipio, contribuyendo a la alcabala del mayorazgo con un importe mayor. Todo ello se debe, en gran medida, a la ferrería de la Rucha, documentada desde 1398 y vinculada a la familia Velarde, lo que motivó en su momento enfrentamientos con el Marqués de Santillana, debido a la gran cantidad de madera que necesitaba para su funcionamiento. Durante toda la Edad Moderna fue la segunda más importante de Cantabria, con su propiedad muy fragmentada entre diversos vecinos. El catastro de Ensenada la mencionaba en 1752. En 1775 se produjo una importante riada en el Besaya que afectó, entre otros, a esta localidad y a la ferrería. La decadencia se produjo en el siglo XIX, afectado por la Independencia de la América Hispana
(fotos de jugnape agosto 2014, restos del Molino Harinero de Hoz- Viernoles-Torrelavega)
‘Cantabria tiene como objetivos
fundamentales los de defender, proteger y conservar dicho patrimonio
para que las actuales y futuras generaciones de ciudadanos disfruten
ahora y en el futuro de una herencia ancestral que ha dado forma a
través de las diversas etapas de la Historia a la Comunidad Autónoma de
Cantabria… ‘ Esto es lo que dice en su introducción
la Ley sobre el Patrimonio en Cantabria de 1998. Los redactores de la Ley hicieron su trabajo, pero ¿y los que tienen que mirar por su cumplimiento y velar por los bienes que integran ese patrimonio, están por ahí?
Supongo que si e incluso que alguien les haya comunicado el estado de esos inmuebles que forman parte del Patrimonio Histórico de Cantabria y que en este caso está en el municipio de Torrelavega, en el pueblo de Viernoles que mantiene su Junta Vecinal y que es uno de los pueblos de nuestra región que puede presumir de estas casonas, construidas en piedra de sillería, bien trabajadas en sus fachadas, que se componen del esquema típico de dos plantas, la inferior con arcadas de medio punto y la superior con una larga balconada de muro a muro.
Concretamente me refiero a la más visible por su situación en el centro del pueblo, enfrente de la Iglesia y de la sede de la Junta Vecinal, a la que nunca he oído reclamar la restauración de la Casona de Sanchez Bustamante.
Creo que esa sería una de las funciones de la Junta Vecinal, espero que tomen cartas en el asunto antes de producirse un deterioro sea irreparable y lleva camino de ello.
(Escalinata lateral, Jignape mayo2015 y Sección fachada principal, destacando su impresionante escudo, P Cantero 2005)
Esta casona está considerada como de "extraordinario interés", siendo una de las más relevantes del pueblo y esta incluida en el Inventario General de Patrimonio Cultural. Se trata de uno de los ejemplos más monumentales de casonas, edificada en un estilo barroco ya plenamente asentado hacia los años 1740-50
Viérnoles pertenece a Torrelavega y es la población más alejada de la capital del municipio, la única que tiene constituida una entidad local menor, dirigida por la Junta Vecinal.
El pueblo está dividido en varios barrios, que ya existían en el siglo XVIII y el documento más antiguo que cita a Viérnoles data del siglo IX, que menciona el lugar como “Vermulas” y como uno de los territorios del Monasterio de Santa María de Yermo. Posteriormente pasó a poder señorial, apareciendo entre los bienes de la casa de la Vega, siendo uno de los lugares en los que Garci Lasso de la Vega I El Viejo tenía propiedades.
En el siglo XVI era en población mayor que la Vega y la más rica de las que actualmente forman el municipio, contribuyendo a la alcabala del mayorazgo con un importe mayor. Todo ello se debe, en gran medida, a la ferrería de la Rucha, documentada desde 1398 y vinculada a la familia Velarde, lo que motivó en su momento enfrentamientos con el Marqués de Santillana, debido a la gran cantidad de madera que necesitaba para su funcionamiento. Durante toda la Edad Moderna fue la segunda más importante de Cantabria, con su propiedad muy fragmentada entre diversos vecinos. El catastro de Ensenada la mencionaba en 1752. En 1775 se produjo una importante riada en el Besaya que afectó, entre otros, a esta localidad y a la ferrería. La decadencia se produjo en el siglo XIX, afectado por la Independencia de la América Hispana
(fotos de jugnape agosto 2014, restos del Molino Harinero de Hoz- Viernoles-Torrelavega)
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