jueves, 24 de septiembre de 2009

Bruce Springsteen cumple 60 años de gira con su último trabajo

Bruce Springsteen, uno de los mayores símbolos del rock, ha cumplido 60 años, embarcado en la gira por su último trabajo, "Working on a dream". El "Boss", con millones de fans en todo el mundo, parece estar más de moda que nunca. No le basta con ser el autor de uno de los álbumes más vendidos de la historia ("Born in the USA", 1984), ganar el Óscar (por "Streets of Philadelphia", 1994) o canalizar las emociones tras el 11-S en un poema lleno de optimismo y espiritualidad ("The Rising", 2002). Su actual gira, que lleva el nombre de su último disco y que concluirá en noviembre, ha vendido más de dos millones de entradas y en ella ha habido cabida para algunas sorpresas, como la que supuso que el pasado domingo interpretase, en Chicago y junto a su inseparable E Street Band, todo el disco "Born To Run" del tirón. La esencia de Springsteen está en los escenarios, donde derrocha energía, sentimiento y espectáculo. Uno de los grandes clásicos del rock, la canción Born In The USA, estuvo a punto de quedarse inédita. Bruce Springsteen dudó sobre la publicación de un tema con el que criticaba la guerra de Vietnam y reivindicaba a las clases más marginadas de Estados Unidos, pero su mánager logró convencerlo. En 2009 ese himno de generaciones cumple 25 años y Springsteen, The Boss (El Jefe), alcanza hoy la sexta década de su vida sin haber perdido su fuerza ni la lealtad de sus seguidores. A principios de este año publicó Working On A Dream, el número 24 de su carrera, logrando entrar a la lista de éxitos en 16 países. Y él no defrauda sobre el escenario, se entrega durante horas y recorre sus grandes éxitos, desde Born To Run a No Surrender.“La guitarra es la herramienta con la que intento dar sentido al mundo”, dice Springsteen, que la considera “una especie de ángel de la guarda”. Con ella ha compuesto melodías pegadizas y poéticos textos que entona con su voz cascada e inconfundible. El legendario intérprete ha recibido 19 premios Grammy, dos Globos de Oro y un Oscar, que obtuvo en 1994 gracias a una canción en el soundtrack de la cinta sobre un drama gay Philadelphia. Su figura sigue identificada con las clases trabajadoras y él no deja de vestir y comportarse como uno de los suyos por mucho que los 120 millones de discos vendidos le hayan convertido en multimillonario. Los temas que compone hablan del otro lado del sueño americano, de pobreza y necesidades, de deseos y esperanzas, de oportunidades perdidas y sueños rotos, de la gente corriente. “Sé cómo se ve el mundo desde abajo”, cuenta. Su padre fue un eterno perdedor, que probó de todo, desde ser vigilante de prisiones a camionero. Fue la madre de The Boss, Adele, la que intentó sacarle de una vida sin perspectivas pagando con un crédito de 60 dólares su primera guitarra. “Había dos cosas que no gustaban en mi casa, una era yo y la otra mi guitarra”, resume Springsteen.

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